Platillo emblemático de la cocina duranguense que forma parte de la tradición de caldos serreños. Carne seca, chile pasado, cebolla y ajos, son los ingredientes del caldillo endémico y tradicional; aunque la receta ha sido modificada remplazando los ingredientes originales por otros que son más fáciles de conseguir. Su creación como la de muchos otros caldillos tradicionales fue en la búsqueda de platillos que menguaran un poco los climas agrestes de la vasta sierra duranguense. Este exquisito platillo podrás degustarlo en fondas y restaurantes a lo largo del estado.