Asado rojo duranguense.

Sin lugar a dudas el platillo más preparado en las cocinas duranguenses.    Elemento principal  de la llamada reliquia, una deliciosa tradición en donde  fieles católicos  ofrecen a  la comunidad y visitantes  un  plato compuesto  por  Asado, patoles y ´´sopas´´ como ofrenda hacia algún  santo a manera  de  pago de una manda (promesa).  Este riquísimo  guiso es un relleno obligatorio de las tradicionales gorditas. Cabe mencionar que se diferencia del asado de bodas en que este  se prepara principalmente salado y solo se añade un toque  dulce que aporta la naranja. Se realiza con chiles puya, guajillo y la inigualable sazón casera.